domingo, 16 de marzo de 2008

AQUELARRE SÓNICO



Era viernes noche. Tras cruzar el umbral pasé del frío de la calle a la calidez de la sala, y conforme bajaba por las escaleras me sentía atrapado por una mefistofélica sensación agudizada al observar donde me metí. El lugar parecía extraído de "Canciones de amor en Lolita´s Club", la última película de Vicente Aranda: neones rojos, sillones de polipiel color carmesí, un camarero con cara de púgil emergente y miembros de seguridad de origen del este de Europa venidos a prosperar en la soleada tierra del ladrillo. El contraste entre la posible vida anterior del antro musical donde me hallaba y la parroquia congregada para asistir al concierto daba para algún chiste chusco. Ambiente sin tonos intermedios. Los neones que otrora invitaban al deseo resaltaban la ropa negra, los flequillos imposibles, los piercings faciales más insospechados y una batalla silenciosa a ras del suelo entre Converse y Vans a favor del último.
El show comenzó con Another kind of death, uno de esos secretos que nos guarda el hardcore y el metal patrio y que poco a poco va viendo la luz gracias a discográficas como Three Point Records o Underhill Records, presentando su último trabajo "Sleepless every night", toda una golosina de mathcore metal. Poco más de media hora de fuerza y agresividad, ritmos entrecortados y un doble bombo ametrallando al casi centenar de personas que veíamos perplejos a esa maquinaria engrasada de metal sin comtemplaciones. Cameo en un tema de Kals (Avenues & Silhouettes) y un final de órdago entre coros del público.
Después llegó el deathcore de The band apart, un combo con aspiraciones y proyección fuera de nuestras fronteras, de hecho, la inglesa Life Burn Records les distribuye en Europa y ha preparado su gira inglesa de Mayo y su integración en el elenco de bandas del Horrorfest ´08 de agosto compartiendo cartel con gente como Cephalic Carnage. Riffs endiablados y cortantes. Un muro rompenucas por sección rítmica. Una voz que pasa de gutural a desagradablemente chillona. Un segurata mirando incansablemente el reloj cerca de las 00:00 horas mientras los escupidores de música dicen que van acabando. Un público entregado a un pogo voraz. Una banda que sabe lo que hay que hacer y cómo hacerlo. Luces rojas y sonidos extremos. Un ritual desencadenado en las sucias entrañas del subsuelo urbano.

miércoles, 12 de marzo de 2008

REVELACIONES


Lo siento, no he podido resistirme.

LA CONSPIRACIÓN CONTINÚA


UN DÍA EN TEXAS


Miguel Ángel Martín es un artista que lleva en la cresta de la ola del cómic patrio desde antes de los noventa, por calidad, proyección internacional y polémica. De inconfundible trazo y estilo, su particular universo abarca más allá de sus tebeos hasta diseños del más diverso tipo. Siempre que realiza una entrevista aporta unos conocimientos y una visión peculiar de ver el mundo, el entorno y la evolución y aplicaciones de las nuevas tecnologías. Hacía tiempo, casi cuatro años, que no se le veía en ninguna entrevista interesante hasta que el avezado Pedro Toro lo enganchó un día por su estudio y le realizó esta interesante entrevista.
Por cierto, es de justicia resaltar la interesante figura de Pedro Toro, inclasificlable hombre-cajón-de-sastre que se está convirtiendo poco a poco en una imprescindible personalidad dentro del underground cultureta madrileño. Lo mismo edita y publica en fanzines serios, que en webzines no tan serios (TORONTO, EL FANZINE TONTO), realiza tiras cómicas en periódicos universitarios, coordina terroríficos maratones de cine o se viste para amenizar locas noches frikis. ¡Qué tío!